La revolución industrial y la evolución de la energía

 Eros Eduardo Ruiz Romero


Los seremos humanos como seres razonables y pensantes, han tenido la capacidad de desarrollar instrumentos que impulsen el surgimiento de nuevas formas de vivir, desde la edad primitiva hasta el siglo XXI con las nuevas tecnologías, siempre ha sido una constante lucha de supervivencia en donde el principal objetivo es hacer la vida más sencilla y mantener los recursos fundamentales para establecer un mayor control de la humanidad.

Es por eso que entre el 1760 y 1840 surgiría un fenómeno denominado revolución industrial, determinado como un proceso de profundas transformación económicas, sociales, culturales y tecnológicas, esta revolución marcó un antes y un después en la historia de la humanidad. Especialmente porque su impacto se extendió a todos los ámbitos de la sociedad.

El enfoque del presente escrito es profundizar el desarrollo de los mecanismos en la obtención de energía y cómo ha impactado en la sociedad, abordando la incógnita más importante, ¿estos recursos energéticos algún día se agotarán?

La economía en la actualidad depende grandemente de la reinvención de capital en la producción, aún así, el crecimiento económico también necesita de dos factores cruciales, energía y materia prima. Esto genera un temor en la humanidad al considerar que estos recursos se pueden agotar y después que eso suceda habrá un freno en el sistema que conocemos y podría colapsar.

Antes de establecer conclusiones, nos remontamos a milenios previos a la revolución industrial, los humanos ya sabían cómo utilizar una amplia variedad de fuentes energéticas. “Quemaban leña con el fin de fundir hierro, caldear las casas y hornear pasteles. Los buques de vela dominaban la energía eólica para desplazarse, y los molinos de agua captaban el flujo de los ríos para moler el grano. Pero todas estas fuentes tenían límites claros, y planteaban problemas. No había árboles disponibles en todas partes, el viento no siempre soplaba cuando se necesitaba, y la energía hidráulica sólo era útil si uno vivía cerca de un río”. (Harari, 2017, Pág 306)

Aun así, abordando una apreciación de Harari, “un problema todavía mayor era que la gente no sabía cómo convertir un tipo de energía en otro. Podían dominar el movimiento del viento y el agua para hacer navegar buques y girar piedras de molino, pero no para caldear agua o fundir hierro. E inversamente, no podían utilizar la energía calorífica producida al quemar madera para hacer que una piedra de molino se moviera. Los humanos sólo tenían una máquina capaz de realizar estos trucos de conversión de energía: el cuerpo. En el proceso natural del metabolismo, el cuerpo de los humanos y de los demás animales quema combustibles orgánicos que denominamos comida y convierten la energía liberada en el movimiento de los músculos. Hombres, mujeres y bestias podían consumir grano y carne, quemar sus carbohidratos y grasas, y utilizar la energía para arrastrar un carrito oriental o empujar un arado”. (Harari, 2017, Pag 306)

Esto nos da a entender que siempre ha existido la energía, solo que no había las herramientas o mecanismos adecuados para poder obtenerla y transformarla, es por eso que la evolución energética tuvo su desarrollo en proporción al surgimiento de nuevas ideas, implementando la investigación y la ciencia.

“En principio, el cuerpo humano y animal era el único dispositivo de conversión energética del que se disponía, la potencia muscular era la clave de casi todas las actividades humanas. Los músculos humanos construían carretas y casas, los músculos bovinos araban los campos y los músculos equinos transportaban mercancías. La energía que accionaba estas máquinas musculares orgánicas procedía en último término de una única fuente: las plantas. Las plantas, a su vez, obtenían su energía del sol. Mediante el proceso de fotosíntesis, captaban energía solar y la empaquetaban en compuestos orgánicos. Casi todo lo que la gente ha hecho a lo largo de la historia ha estado accionado por la energía solar que es captada por las plantas y convertida en potencia muscular”. (Harari, 2017, Pag 306)

Damos un paso enorme a la invención de la pólvora, surgido después del descubrimiento parcial en la conversión de calor en movimiento, al principio la idea era emplear pólvora para impulsar proyectiles, siendo tan contraintuitiva la idea que pasaron algunos siglos antes de que la gente inventara la siguiente máquina que utilizaba calor para trasladar cosas. El ruido de la revolución industrial empezaba a ser ensordecedor, dicho ruido emanaba de una máquina de vapor. Hay muchos tipos de máquinas de vapor, pero todos comparten un principio común. Se quema algún tipo de combustible, como carbón, y se usa el calor resultante para hervir agua, con lo que se produce vapor. A medida que el vapor se expande, empuja un pistón. El pistón se mueve, y todo lo que esté conectado al pistón se mueve con él. ¡Hemos convertido el calor en movimiento!

En los años que siguieron, los emprendedores mejorarían la eficiencia de la máquina de vapor, sacaron de los pozos de las minas en donde fue inicialmente utilizado y la conectaron a telares y desmotadoras, esto revolucionó la producción textil y en un tiempo reducido, Gran Bretaña se convirtió en la fábrica del mundo, gracias a los ingeniosos inventos y su ventaja frente al desarrollo de otros países.

En 1825, un ingeniero inglés conectó una máquina de vapor a un tren de vagonetas mineras

llenas de carbón. La máquina arrastró los vagones a lo largo de un raíl de hierro de unos 20

kilómetros de longitud, desde la mina al puerto más cercano. Esta fue la primera locomotora a vapor de la historia. Claramente, si se podía usar el vapor para transportar carbón, ¿por qué no otras mercancías? ¿Y por qué no incluso personas? El 15 de septiembre de 1830, se inauguró la primera línea comercial de ferrocarril, que conectaba Liverpool con Manchester. Los trenes se movían debido a la misma energía de vapor que previamente había bombeado agua y accionado los telares. Solo veinte años después, Gran Bretaña tenía decenas de miles de kilómetros de vías férreas.

A partir de ahí, la gente se obsesionó con la idea de que se podrían usar máquinas y motores para convertir un tipo de energía en otro, es decir, cualquier tipo de energía, en cualquier lugar del mundo, se podía domeñar para cualquier necesidad que tuviéramos, solo con que pudiéramos inventar la máquina adecuada. Así fueron surgiendo mayores instrumentos para la transformación de energía y produjeron los inventos que conocemos hoy en día que no hace falta mencionar.

La evolución energética ha sido constante, siempre ha habido problemas en el proceso pero a medida que se desarrollan nuevas tecnologías, la tarea de obtener recursos se vuelve más factibles que hace millones de años, para ser una idea contradictoria a la teoría del agotamiento de dichos recursos, en especial los no renovables, hemos consumido gran parte de los recursos pero en vez de disminuir para ser que se multiplican, ¿pero eso es realmente cierto?, ¿los recursos no son tan limitados como se esperaban?, ¿podemos seguir viviendo sin preocuparnos en que llegue el día en el que no haya carbón o petróleo?, siendo realistas no lo sabemos, pero aún así podemos plantear algunas ideas al respecto.

 

Finalizando el escrito, podemos precisar argumentos en base a lo plasmado, teniendo en cuenta la evolución de la energía y las condiciones de vida en la actualidad por parte de las materias primas y fuentes energéticas.

Tal cual como lo establece Harari, “las pruebas que proporciona el pasado es que son finitas solo en teoría. De forma contraintuitiva, mientras que el uso que ha hecho la humanidad de la energía y las materias primas ha crecido mucho en los últimos siglos, las cantidades disponibles para nuestra explotación en realidad han aumentado. Cada vez que una escasez de una u otras ha amenazado con hacer más lento el crecimiento económico, han fluido las inversiones hacia la investigación científica y tecnológica. Esto ha producido de forma invariable no solo maneras más eficientes de explotar los recursos existentes, sino también tipos completamente nuevos de energía y materiales”. (Harari, 2017, Pág 305)

Harari en un sentido tiene razón, a medida que el ser humano explota los recursos parecen aparecen más, aunque no es exactamente así. Se puede considerar que los recursos no son limitado o ilimitados, solo los mecanismos para obtener y transformar dichos recursos determinan el surgimiento de los mismos, es decir, quizá no debamos preocuparnos por si los recursos son ilimitados o no, sino que debemos pensar en si tendremos en el futuro los mecanismos para seguir extrayendo dichos recursos, al pasar el tiempo se ha probado que existen muchos recursos no explotados, el inconveniente es tener el mecanismo adecuado para obtenerlos.

Un claro ejemplo de esta teoría es el que aborda Harari sobre la industria de los vehículos. “A lo largo de los últimos 300 años, la humanidad ha fabricado miles de millones de vehículos, desde carros y carretillas hasta trenes, automóviles, aviones supersónicos y lanzaderas espaciales. Cabría esperar que un esfuerzo tan prodigioso como este hubiera agotado las fuentes de energía y materias primas disponibles para la producción de vehículos, y que en la actualidad estuviéramos raspando el fondo del barril. Pero ha ocurrido lo contrario. Mientras que en 1700 la industria global del vehículo se basaba de

manera abrumadora en la madera y el hierro, hoy tiene a su disposición una cornucopia de

materiales descubiertos recientemente, como plástico, caucho, aluminio y titanio, ninguno de los cuales nuestros antepasados conocían siquiera. Mientras que en 1700 los carros eran

construidos principalmente por el esfuerzo muscular de carpinteros y herreros, en la actualidad las máquinas en las fábricas de Toyota y Boeing son accionadas mediante motores de combustión de petróleo y centrales de energía nuclear”. (Harari, 2017, Pág 306)

Entonces, ¿estos recursos son limitados o no?, no se puede precisar una respuesta concreta, sin embargo, se puede determinar que el ser humano ha sido capaz de evolucionar en grandes rangos, nunca se ha detenido y quizá nunca lo haga, mientras haya mecanismos para seguir explorando, habrá mayor esperanza de que la vida siga su curso evolutivo.


Referencias

Harari, Y. N. (2017). De animales a dioses. Penguin Random House.

Revolución Industrial. (2016, septiembre 25). Economipedia. https://economipedia.com/definiciones/primera-revolucion-industrial.html

Comentarios

Las revoluciones, se dan a base del deseo del ser humano, el cual nunca se encuentra totalmente satisfecho, aún asi el avance de estos inventos que en un principio eran para mejorar la calidad de vida; se han convertido cada vez más en instrumentos para facilitar las tareas humanas, creando un mundo donde todos se vuelve más accesible y por lo tanto ya no exite tanta energia humana en las acciones que se realizan
Las revoluciones son impredecibles como nos decía Yuval Noah Harari en su libro de animales a dioses. Ya que el hombre siempre busca automatizar los procesos que realiza a lo largo de su vida supliendo las necesidades que él mismo desarrolle a lo largo de la historia, teniendo como objetivo el disminuir el esfuerzo físico y aumentando las tareas que requieran de un carácter intelectual mayor. Y como toda revolución, siempre habrá unos pros y unos contras. Y un desequilibrio permanente en las civilizaciones.

Renee Morcillo dijo…
Es un tema bastante interesante desde el punto de vista personal, sapiens siempre se ha adaptado a diferentes cambios y ha sobrevivido, incluso se ve materializada la teoría de Charles Darwin de la selección natural en donde sobrevive la especie mas fuerte y el que se sepa adaptar a nuevos modos de vida y sapiens en ese sentido ha sobrevivido equiparándolo a las demás especies de Homos, por otro lado y no menos importante el aspecto energético hoy se podría decir que es la columna vertebral de cualquier latitud en el mundo ya que nos permite la producción y por ende satisfacer necesidades y deseos naturales de cualquier ser humano en la sociedad, tenemos que vivir con la espada de Damocles de que nos trae el devenir de la historia y estar expectantes a los nuevos cambios porque el futuro nadie lo conoce y por lo tanto es incierto.

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