Big data: la gran esfera de la información y sus retos
César Eduardo Gómez Hoyos
La nueva civilización sumergida dentro de la esfera de lo tecnológico y globalizada gracias a esta misma, a medida que consume los servicios que el internet y la tecnología facilitan, va dejando un rastro de información útil para las empresas en la creación de estrategias de mercado que generen un mayor beneficio económico para ellas. De esta manera, la abundancia de datos estructurados y no estructurados ha creado la necesidad de una herramienta para el manejo de aquella información que tenga como fin facilitar y aumentar la capacidad asertiva de la toma de decisiones.
Es por eso que el término “Big data” ha figurado con tanta fuerza cuando arribó la ola tecnológica en el mercado, ya que permite agrupar información o volumen de datos a un costo menor que el que brinda la manera convencional y en mucho menos tiempo. Esto se evidencia en la manera como lo menciona Puyol (2014):
“Big Data puede ser considerada como una tendencia en el avance de la tecnología que ha abierto la puerta a un nuevo enfoque para la comprensión y la toma de decisiones, que se utiliza para describir las enormes cantidades de datos (estructurados, no estructurados y semi- estructurados) que sería demasiado largo y costoso para cargar una base de datos relacional para su análisis.”
Sin embargo, el volumen de datos no es la única magnitud que ayuda a medir el Big Data, también está la velocidad de la creación,almacenamiento y procesamiento de datos; las varias maneras de registro que tienen como documentos, correos, videos, etc; el nivel de veracidad que tienen los datos; la viabilidad por parte de la empresa para hacer uso de los mismos; visualización de la información para hallar patrones en lo que se busca investigar; y, finalmente, el valor que tienen aquellos datos para pasar de ser conocimiento, a ser decisión o una acción. Sumado a esto, los retos en materia ética han sido una discusión constante entre los pioneros del manejo de información. Para Alex Pentland (2014), es necesario dejar en claro qué roles cumple cada empresa y los gobiernos en esta nueva ola de información y tecnología, ya que manipular los datos a favor de las empresas y no de la sociedad, solo generaría un estancamiento de lo conocido como “el internet de las cosas” (Scott Berinato;2014). Para ello, Pentland (2014) ha planteado el “New Deal on Data” que sirve como un salvavidas del flujo y la propiedad de los datos, que tiene como fin dar un equilibrio a la propiedad de los mismos en pro de las personas cuyos datos se recopilaron. Y es que la gran importancia que tienen los datos que recopilan las diferentes empresas de sus usuarios es tanta, que el mismo Pentland (2014) ha mencionado que estos les permiten “...ver cuándo las personas se enfermaban. Porque al enfermarse cambias la forma en que te comportas, a quién llamas, cuánto sales y a dónde. Y esto varía según el tipo de enfermedad. Así que se puede determinar cuándo alguien está con gripe o deprimido. Y las pandemias de influenza son uno de los mayores peligros que enfrenta nuestra sociedad”.
De ahí la “necesidad de disponer de personas adecuadas y formadas para la ejecución de estos proyectos y convertir una gran cantidad de datos en decisiones, estrategias y mejores experiencias para los consumidores” (PUYOL; 2014).
Ahora bien, el gobierno no debe quedarse atrás en esta nueva generación. Su papel de mediador es indispensable para el funcionamiento del Big Data, ya que debe fungir como garante del buen uso de aquella información y esto se verá reflejado en el comportamiento de su economía y demás aspectos sociales. En palabras de Pentland (2014):
“Los gobiernos que permiten un buen flujo de ideas, un buen flujo de interacciones, tendrán crecimiento mucho mayor en PIB, incrementos menores en criminalidad y en general un ambiente mucho más positivo”.
Sin embargo, la esfera de los datos y la información no se limita explícitamente a una relación exclusiva entre gobierno y empresas, se debe incluir en este proyecto a la sociedad, no solo como fuentes de datos o consumidores, sino también como mediadores y participantes activos, ya que ¿quiénes estarían interesados en saber qué se hace con los datos más que quienes los proporcionan?. Al advertir esta necesidad de brindarle un rol activo a la sociedad, Pentland nos expresa que la riqueza y la información digital debe ser puesta en las manos de la gente, ya que a ellos es a quienes les pertenece. De esta manera,“Llevar la democracia a la internet” (Pentland; 2014) es otro de los retos que enfrenta el Big Data y quienes hacen uso de ella.
El Big Data ha permitido a la economía dar un gran salto para el manejo y control de toda la información que se pasea por los medios de comunicación, tecnología y demás fuentes de datos. Tener la capacidad de juntar una gran cantidad de datos y relacionarlos entre sí, es más eficaz que tener que analizarlos uno por uno. Además de los beneficios que trae consigo para los gerentes para la predicción y detección de tendencias en el mercado, el Big Data permite “determinar la calidad de una investigación, entender estructuras que ayuden a la prevención de enfermedades, a combatir el delito y/o determinar las condiciones de tráfico de una carretera en tiempo real”(PUYOL;2014), reverberado en las condiciones de vida de la sociedad. Para ello, los retos planteados anteriormente deben ser superados incluyendo y asignando un rol a cada participante de toda la esfera social, sin exclusiones.
Referencias
Pentland, A. (2014) Física Social. Entrevista con Moisés Naím.
Puyol Moreno, J. (2014). Una aproximación a Big Data. Revista De Derecho De La UNED (RDUNED), (14), 471–506. https://doi.org/10.5944/rduned.14.2014.13303
Berinatto, S (2014). With big data comes big responsibility [Con el Big Data vienen grandes responsabilidades]. Harvard business review, vol. 94, N°6, 2016
Comentarios
Son preguntas que nos tendremos que hacer a medida que nos volvamos mas dependientes de la tecnologia y los algoritmos nos muestren productos a nuestro perfil.