Subcontratación: La esclavitud moderna

Camilo Andrés Sánchez Burgos

El fenómeno presentado a nivel general en este caso es la subcontratación de trabajadores, un problema que se encuentra plasmado en una gran cantidad de industrias y que hasta la fecha no se ha logrado erradicar, trayendo consigo grandes impactos a nivel social y cultural, obstruyendo el acceso a una calidad de vida digna en las personas que laboran mediante esta clase de contratación.

Actualmente las grandes industrias de producción tienen el objetivo de “producir más de forma más barata” esto con el propósito de que sus utilidades sean mayores, pero el trasfondo para lograr esto refleja las desigualdades económicas y laborales a las que se tienen que enfrentar un grupo de personas con pocas oportunidades para sobresalir, que laboran a través de empresas sub contratadas con el fin de poder obtener dinero para su sustento económico, la manera en que es sustentado este modelo está determinado por la competitividad en precios, es decir, el objetivo de la flexibilización laboral es que las empresas puedan ser competitivas con empresas extranjeras, la realidad es que la competitividad también se mide por la calidad del producto y la capacidad de producción de una empresa, la contratación directa o indirecta o dicho de otra manera la competencia salarial de las empresas por estos dos modelos de contratación sólo ayudan a la obtención de más utilidades, el cual es el fin último de las corporaciones.

Lo que hacen las grandes empresas es contratar a una empresa subcontratista para tener más trabajadores, y es responsabilidad de la empresa subcontratada pagar a sus trabajadores, es decir que la empresa a la que van a realizar su trabajo, no tiene ninguna relación laboral directa con ellos, por lo cual están exentos de cualquier responsabilidad, esto conlleva a que estos trabajadores se tengan que someter a condiciones laborales desiguales si se compara con los trabajadores que sí poseen una relación laboral directa con la entidad, con esto se  puede reflejar una relación con la razón discursiva en el campo económico, ya que las empresas u organizaciones actuales únicamente buscan promover una democracia en función del capital, encaminada a que los aportes o grandes ideas de los empleados ayuden a la empresa y beneficien verdaderamente a unos pocos, en este caso a los dueños, todo con el fin de obtener más capital y sobresalir entre la competencia. 

Sumándose al hecho de que la flexibilización laboral se traduce en condiciones de precariedad social y de disminución salarial, está la relación existente entre los grandes capitales y la acción política, dicho esto es más claro el hecho de que las leyes que son impartidas por el órgano legislador de un país tienda a generar un desregulación laboral, y un detrimento en las medidas de protección a los trabajadores cobijados bajo este sistema de contratación, esto trae como consecuencia un enfrentamiento entre los intereses económicos de las empresas y las garantías para los trabajadores, en el contexto de globalización está primando bajo el modelo neoliberal, el derecho a la libertad de empresa está por encima de condiciones laborales dignas.

Otro aspecto a resaltar dentro de esta problemática es que los gobiernos no han hecho mucho o han hecho caso omiso a la problemática vista en estas empresas y sobre todo al aspecto de que los derechos de los trabajadores se están vulnerando, pese a que los trabajadores luchen para subir un poco su salario y sus condiciones laborales, los esfuerzos hechos no han dado buenos resultados, inclusive los sindicatos se han visto a la tarea de pelear por las condiciones laborales a las que son sometidos en estas industrias pero no han sido escuchados, reflejándose así que a los gobiernos y a las grandes elites lo único que les interesa es ganar, acumular riqueza a costa de la desigualdad, de condiciones laborales precarias y del empobrecimiento de la mayoría de personas, que son empleados.

Entonces, se puede afirmar que, la tecnosfera está encaminada a una relación social de producción muy allegada a la esclavitud, si bien no se les priva de su libertad como algo holistico, son esclavos de sus empresas tanto en lo social, salubre y económico, los trabajdores se convierten en zombies industriales, con tiempo unicamente de trabajar largas jornadas de trabajo y “descansar” en sus hogares, lo cuales están en condiciones inhumanas, en pro de rebajar costos. De lo anterior se entiende que, la asignación de la riqueza se queda en gran parte o casi su totalidad en los empresarios, si bien son ellos quienes aportan el capital para que dicha riqueza se genere, los empleados son el motor encargado de que eso suceda.

El matadero Tönnies y la subcontratación 

Produciendo más y de forma más barata, ese fue el mecanismo bajo el cual Tönnies se convirtió en la mayor empresa de mataderos de Alemania, y a su fundador, en multimillonario, fue hasta junio de 2020, donde las condiciones laborales y sociales en las que se encontraban los trabajadores de esta empresa, despertaron un particular interés.

En primer lugar, se supo que 1.500 trabajadores de la compañía Tönnies en Rheda-Wiedenbrück habían contraído el coronavirus, esto se presentó debido al deficiente sistema de ventilación y a la reducida distancia entre los trabajadores. Unos de los trabajadores afirman que "mientras se sintieran bien, a nadie le preocupaba que siguieran trabajando, solo les importaba el dinero y les da igual si nos morimos o no" o "mantener las distancias en el trabajo era imposible, a menos que se mantuvieran siempre de pie"; cuando la gente comenzó a enfermar, los trabajadores capacitados, tenían que trabajar más para cubrir el trabajo de los compañeros incapacitados, muchos de ellos pasaban más de 12 horas al día en el matadero, incluso cuando comenzaron a sentir síntomas del virus. Los infectados llevaron el virus a sus casas, los cuales conviven con 3 o 4 personas en una habitación, y de esta manera el brote se extendió, es por ello que se realizaron pruebas a más de 6.000 trabajadores, de Tönnies, y más de 1.500 dieron positivo, razón por la cual, se hizo necesario el confinamiento, literalmente entre rejas y vigilados por la policía.


Pero el principal problema que azota a los trabajadores de la empresa Tönnies es la subcontratación y tercerización de los mismos en la industria cárnica. La mayoría de los trabajadores subcontratados, generalmente llegan de regiones pobres del este de Europa, y hablan muy poco Alemán, son ubicados en viviendas muy reducidas, y compartidas con otras personas, y normalmente tienen un contrato con una empresa subsidiaria que les paga el salario mínimo, es decir 9,35  por hora, algunos pasan meses sin recibir ningún documento con la nómina y comparten 80 metros cuadrados de vivienda con 8 personas. En Rheda-Wiedenbrück, la empresa Tönnies trabaja con cerca de 25 empresas subcontratistas, el personal de esta empresa suma 16.500 trabajadores, de los cuales, la mitad son empleados de planta, en proporción, 1:2 trabaja subcontratado.


Aunque no todo el sector cárnico recurre a la subcontratación, en Alemania, hay cerca de 13.000 carnicerías artesanales, con una media de 70 empleados, de los cuales ningunos es subcontratado, ni temporal, la mayoría son trabajadores con una trayectoria de más de 10 años, y reciben unos salarios más altos, esto implica que los precios de venta sean elevados, y por ello los grandes mataderos deciden recurrir a la mano de obra barata y producción masiva, para que los costos sean menores. En adición a esto, se suma el problema de la política, que discriminan a las empresas pequeñas, haciendo que paguen más impuestos, esto se evidencia en el hecho de realizar una inspección veterinaria le cuesta mucho más a una compañía mediana que a una que sacrifica miles de animales al día, o el hecho de que las carnicerías pequeñas pagan tasas más altas por la eliminación de los restos de la matanza, por lo que las empresas cárnicas pequeñas, no tienen la posibilidad de competir a nivel de precio de venta. Por otro lado, las leyes estipuladas en Alemania en 2.010, propiciaron una desregulación masiva, de las medidas de protección en el mercado, y la permisividad frente a las prácticas de tercerización; actualmente, la norma estipula que los trabajadores no pertenecientes a la unión europea, recibirán en Alemania, los mismos sueldos que sus colegas alemanes, pero esta cuantía en la liquidación de los trabajadores, figura el salario mínimo, y se realizan deducciones por concepto de camas o lugares de descanso, o artículos de limpieza, entre otros, como subir el alquiler cuando la gente enferma y no puede trabajar, de esta manera, el salario mínimo se reduce en un 60% o más.

Los grandes mataderos suponen un problema no solo para los pequeños competidores, sino también para la gente que trabaja para ellos, donde se evidencia el aprovechamiento sistemático y profesional de la pobreza, y si hay violaciones en las normativas, el problema es para las empresas subcontratadas.


El gobierno planea controlar esta situación respecto a los trabajadores subcontratados a 2.021, por medio de medidas como un registro digital del tiempo trabajado, las autoridades laborales deberán responder con unas cuotas de inspecciones determinada y reglas claras para los alojamientos de los trabajadores, que también deben ser controladas y como principal solución, la prohibición de la subcontratación.

Solución

Para plantear una solución integral a la problemática se debe establecer una serie de cambios respecto al paradigma de la precarización empresarial y laboral, así como, un cambio cultural que devenga en una parametrización mejor controlada de las leyes que regulen dichos ámbitos y de esa manera promover una verdadera democracia mediante la participación simétrica de todos lo actores que intervengan en los procesos empresariales y organizacionales.


En primer lugar, se debe establecer una nueva normatividad respecto a lo laboral, que busque una mayor participación de los trabajadores en general tanto en las garantías laborales y de seguridad, en pro  de encontrar una mayor legitimidad y fuerza de los acuerdos económicos, lo cual concluye en un gran paso hacia la erradicación progresiva de la pobreza. Para que dicho cambio normativo funcione se debe materializar un cambio cultural, ya que, algunos agentes políticos y económicos tienden a entorpecer dicho proceso en busca de un trabajo empresarial en función del capital. El cambio cultural que propongo radica en el principio formal de la economía, basado en una participación más legítima, digna y justa de todos aquellos trabajadores subcontratados en aras de erradicar la explotación laboral y así no tener excluidos en el sistema, con una gestión legítima de las empresas. Por tanto, es necesario institucionalizar dichas empresas y organizaciones, para lo cual es importante establecer órganos y mecanismos de control que realicen una veeduría integral del cumplimiento de la nueva normativa, una vez lo anterior se cumpla, podremos tener una democracia participativa institucionalizada en las organizaciones. 

Es evidente que los empleadores manejan la subcontratación debido a que tienen muchas ventajas con esto.  Por ejemplo: Una  empresa en donde labora  un subcontratado no paga nada por el trabajador si este se enferma, se inhabilita o se incapacita (cualquier cosa que lo de baja por un periodo corto o mediano en sus tareas);  no tiene que ayudarlo ni responderle.

Compran la labor de una persona como si se tratara de tornillos o materiales y no de personas sujetas de derechos. El trabajador  tampoco tiene voz ni voto en la empresa, no se les tiene en cuenta, osea que las obligaciones que se llaman comunes en otros ámbitos laborales por parte del empleador quedan eliminadas.

La solución iría por el orden de que los empresarios deben asumir su responsabilidad y contratar al personal que tienen y que labora en sus fábricas, entidades o empresas. Se propone que haya un control unificado en los sueldos, horarios de trabajo, salud y alojamiento, de igual forma, que al gobierno no le resulte difícil atacar la precariedad laboral sino que haya una mayor inspección por parte del estado y revisión periódica de las condiciones laborales para no dejar desamparados y desprotegidos a los empleados que son la fuerza última, que a mi parecer hacen que la economía funcione, sea productiva y salga adelante.

En conclusión, se puede evidenciar que la subcontratación es un primo hermano de la escalvitud, con diferentes matices, pero con varios aspectos en común. No es un fenómeno que solo se presente en Asia o África, está a lo largo del planeta, incluso en los países mal llamados de “primer mundo” como Alemania y en gran parte de Europa.


Referencias

BBC News Mundo. (18 de junio de 2020). Coronavirus en Alemania: el importante brote de covid-19 en un matadero que obligó a poner en cuarentena a miles de personas. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-53094508

DW . (8 de septiembre de 2020). El matadero Tönnies y la subcontratación - Explotados en Alemania. https://www.dw.com/es/el-matadero-t%C3%B6nnies-y-la-subcontrataci%C3%B3n-explotados-en-alemania/av-54845910


Comentarios

Renee Morcillo dijo…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Renee Morcillo dijo…
Coincido con tu posición Camilo Andrés, la subcontratación raya es en la esclavitud, si mal no recuerdo acá en Colombia ese tipo de contratación por ops jugó un papel "importante" para reducir el desempleo sin tener en cuenta el desgaste físico y mental del trabajador que al final no tenia ningún tipo de beneficio mas que su sueldo por tiempo trabajado sin derecho a prima, ni pensión, ni salud, yo podría concluir que un trabajador es sujeto de derecho en teoría porque en la práctica se le vulneran muchos.
El tema de la subcontratación, visto en otros términos como "esclavitud moderna" refleja varias de las situaciones que poseen la mayoría de países en las empresas, los empleados que están bajo estas condiciones de trabajo no tienen un esquema de seguridad social ni derechos básicos como servicio médico o pensión, con salarios que la verdad no valen la pena por estar debajo del promedio a los cuales deben acoplarse para salir adelante, en nuestro país vemos reflejada la problemática en varios ámbitos, si nos vamos al sistema de salud se tiene que el personal es contratado por cooperativas que pagan menos de lo que deberían, así mismo en la construcción, puede entrar un aspecto importante que son los migrantes, aquí vemos a las personas de nacionalidad venezolana someterse a largas jornadas de trabajo por menos dinero del que le pagarían a un colombiano, es una explotación constante para reducir el desempleo, pero no vale la pena que estén en esas condiciones discriminatorias e injustas.
Jorge dijo…
Con cuerdo con el autor en el término de esclavitud moderna, basándome en acontecimientos recientes de maquilas textiles asiáticas, casos particulares, Bangladesh y Camboya, en los cuales varias ONG´s han denunciado similitud en sus prácticas de desmejoramiento de las condiciones de los trabajadores, inclusive se habla de la explotación de menores. Denuncias que se han investigado luego de accidentes fatídicos como incendios en fábricas y decenas de trabajadores calcinados.
Tatiana sanchez dijo…
En esta época se piensa que el tema de la esclavitud ha Sido erradicado , lo vemos muy en el pasado , pero podemos notar que todavía está presente en las fábricas.... Es un tema el cual nos acompaña en la cotidianidad y se ve lejos de eliminar, así que estoy de acuerdo con el autor, ya que tendríamos en cuenta los casos recientes...

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