¿Seguimos atados a la cultura colonial patoja a pesar de los avances tecnológicos?
Oscar F. Campo
Desde la
época de la colonia, españoles e indígenas protagonizaron sangrientas luchas,
los indígenas como en el antiguo modo de producción esclavista terminaron
aprisionados por estos extranjeros ambiciosos, muchos aceptaron el dominio
español, temerosos por su vida y otros en su condición de prisioneros fueron utilizados como herramientas humanas
de explotación en hacendados y minas.
A raíz del
maltrato, enfermedades traídas por los hispanos y las fuertes condiciones de
explotación a las que eran sometidos, por sus amos o encomenderos, los
encomenderos eran personajes los cuales tenían a su cargo numerosos grupos de indígenas y eran
poseedores de esta condición por la “pureza de su sangre y la castidad de su linaje”, terratenientes con
grandes extensiones de tierras, entre
sus deberes como encomendero estaba enseñar la doctrina católica, defender su
mercancía humana (indígenas), multiplicar su fortuna a través de la
expropiación de la mano de obra de los esclavos, adicionalmente pagaban un
gravamen u impuesto a la corona, la cual se divida su total entre una quinta
parte para el rey y otra parte para el cura encargado de realizar el
adoctrinamiento a los nativos, la población indígena a raíz de esa serie de
atrocidades, a medida que pasaba el tiempo se iba reduciendo notoriamente, a mediados
del siglo XVI la corona española toma como medida de protección a los indígenas
y crean los resguardos con el fin de
tener a los naturales situados en un solo punto, separarlos de la población
española y mestiza, sin dejar de aportar un tributo, a estos resguardos o
cabildos la corona otorgo la libertad a la comunidad aborigen, para elegir
sus gobernantes, las extensiones de
tierra donde iban a estar concentrados los indígenas no podían ser vendidas ni
invadidas por pobladores ajenos a la comunidad nativa.
Santafé de Bogotá durante la colonia era
reconocido como un gran centro administrativo, en segundo lugar se había
posicionado Popayán en el departamento del Cauca, a este sitio llegaron a vivir
personajes que exhibían su sangre azul, con deseos de incrementar sus fortunas fácilmente,
con esa riqueza compraron títulos nobiliarios como: Conde, Barón, Señor, entre
otros.
En la
sociedad actual, de la tercer ola, la era de la información y los medios de
comunicación como Alvin Toffler la cataloga, vivimos inmersos en una infosfera llena de noticias verdaderas
y falsas donde tenemos que escoger minuciosamente la información que
consumimos, las redes sociales de la mano con el internet los cuales han tenido
un gran auge y avance en los últimos 19 años donde han sabido ajustarse a la
evolución de los diferentes dispositivos con innovaciones periódicas que salen
al mercado, son elementos que han llegado al mundo para quedarse, es casi
increíble saber que a nadie en el siglo XVI posiblemente se le hubiera pasado
por la cabeza tener la posibilidad de
mandar un mensaje a kilómetros de distancia o a un país del otro
continente de forma instantánea y mucho menos poder escuchar u ver donde esta y
bajo que condiciones esta la otra persona con la que uno se esta comunicando a
través de una llamada o mejor aún, una
video llamada desde algún dispositivo móvil conectado a una red inalámbrica de
wifi o datos celulares, suplir esta necesidad de la comunicación era
indispensable para avanzar como raza humana y sociedad, gracias al avance en
comunicación se han podido fortificar y desarrollar sectores económicos como la
industria, el comercio nacional e internacional, el mercado especulativo, entre
otros.
A raíz de la globalización de las redes y la
facilidad de sumergirse en este nuevo mundo de las telecomunicaciones
instantáneas también ha traído consecuencias sociales a nivel individual y
colectivo, personas que han tenido que migrar a otro lugar y abandonar sus
planes de vida, trabajadores, altos
directivos despedidos o encarcelados por
filtraciones de videos, audios, en medios masivos de información. A pesar de
todos los avances tecnológicos que se han venido realizando paulatinamente por
la ciencia y el surgimiento de maneras de mitigar el racismo y discriminación,
de no volver a un pasado colonial donde no exista ninguna brecha social, en el
caso del departamento del Cauca el cual vivió unos días tensionantes antes de la semana santa debido al paro
indígena, donde se enfrentaron con piedras en la antigua ciudad de Popayán, estudiantes y
un gremio informal numeroso de moto taxistas, estos segundos se habían citado a
través de un medio masivo como lo es WhatsApp en el cual se pueden crear chats
grupales donde pueden interactuar una
cantidad considerable de personas al mismo tiempo, el ataque a la cede
principal del CRIC fue organizada desde este medio y promovida por partidos
políticos de ultra derecha. Podemos observar que la infosfera en la que vivimos
sumergidos actualmente, si no sabemos utilizar los elementos que nos ofrece de
forma racional y correcta, nos pueden llevar a conflictos sociales aun mas
graves que el anteriormente mencionado donde recaímos como comunidad en la
misma estructura jerárquica de quien es mas y quien es menos .
Es por este
tipo de actuares culturales que la comunidad payanesa no se hace notar en el
avance económico y cultural de Colombia. Desde mi opinión considero que la
sociedad patoja debe replantear sus ideas a cerca de la discriminación o el
trato a nuestros indígenas de nuestra región, generando una unión fuerte en
nuestro departamento para un crecimiento cultural y económico, logrando dejar
de lado el gran olvido en el que los gobiernos y el resto de la población colombiana
nos han tenido.
Bibliografía:
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