La Religión en la Política: Una Ocupación Insidiosa
Por: Camilo B Torres
La religión, aún hoy en
día, representa una enorme poder e influencia sobre las vidas, y en general,
las culturas del mundo. Con el fin del feudalismo, la iglesia (quien dice ser
el máximo exponente de las religiones), perdió casi por completo el poder
político y económico que ejercía sobre las naciones o imperios. Sin embargo,
aunque hoy en día ya no se le dé mucha importancia a esta cuestión, este
sistema de creencias impuesto socialmente a cada individuo desde muy temprana edad,
tiene una enorme influencia en la forma de actuar de los individuos.
Las problemáticas de
este creciente problema no se hicieron esperar, un claro ejemplo de que las
cosas no van bien, son los constantes conflictos armados que se desarrollan
actualmente en el mundo. Hace unas décadas, no era muy extraño encontrar grupos
o sectas religiosas extremistas, que vinieron en auge después de las masacres
cometidas por la secta “Ku Klux Klan”, que promueve la xenofobia, la
superioridad blanca, entre otras cosas, pero todo esto escudado o justificado a
través de planteamientos de la biblia, que incitan al odio y la violencia. De
estas organizaciones neo-nazis que azotaron el siglo pasado, pasamos a aquellos
grupos armados que hoy aterrorizan a Europa y el mundo, los grupos terroristas
como el estado islámico, se han vuelto más y más fuertes en los últimos años, y
se han dedicado a realizar masacres a lo largo y ancho del globo.
No se sabe con
exactitud cuándo y dónde se originó la religión, pero se asume que surgió junto
con la conciencia humana (homo sapiens), que le permitió razonar y cuestionarse
asuntos del estilo: ¿De dónde venimos? ¿A dónde iremos?
Para encontrar una
respuesta satisfactoria a esta pregunta, las personas, crearon en su mente
entidades o seres sobre naturales, responsables de la creación y del orden en
el mundo. Al encontrarse las sociedades humanas tan distantes las unas de las
otras, dichos seres superiores también distan mucho los unos de los otros,
tanto físicamente, como en su forma de actuar. Aunque todos poseen una misma
cualidad, y es que todo estos ejercían un dominio absoluto sobre los individuos
de sus respectivas sociedades. Lógicamente, para hacer valer los deseos y
reclamos de estos seres, hacía falta una institución física y tangible dentro
de la sociedad, esta entidad es la iglesia.
Este conjunto de mitos y creencias, arraigados en la mente de los individuos,
empezó a controlar no solamente la forma de actuar ante la sociedad de cada
sujeto, sino también, a acaparar gran parte de los recursos de las comunidades.
Esto es algo que se ve aún hoy en día, por esto mismo El Vaticano acumula
cantidades exorbitantes de dinero en sus “colchones”, podría considerársele
como uno de los mayores paraísos fiscales del mundo, acumulando una de las
mayores reservas de oro en el mundo, y siendo prácticamente inmune a los
impuestos de sociedad e IVA. Estas grandes sumas provienen del financiamiento
directo por parte de algunos estados, “El Estado español (central y periférico) aporta a la iglesia católica, en
subvenciones directas y exención de tributos
Más de once mil
millones de euros anuales, esa cantidad supone más del 1% del Producto Interior Bruto de España” (1).
Pero como es de lógica, también de los aportes directos de los “contribuyentes
a la fe”, estos contribuyentes pueden sentirse impulsados a aportar cantidades
de sus riquezas personales a esta organización, con tal de “comprar un pedacito
de cielo”.
En épocas de
esclavitud, y principalmente en épocas feudales, la iglesia representaba un papel
fundamental en la sociedad, controlaba la mayor parte de la corte, y en
ocasiones, incluso llegaban a controlar al rey, zar, o emperador. Sin duda
algunos acontecimientos más recordados por lo trágicos que fueron, en los que
la iglesia tuvo un papel fundamental, fueron las guerras por la ciudad santa,
las cruzadas. Financiadas en gran medida por los papas correspondientes a la
fecha en que se llevaron a cabo dichas campañas, pero luchadas por seguidores
fieles de la iglesia, inspirados a través de frases como “los guerreros de
dios”, o “la mano izquierda de dios”. De esta manera (la iglesia) logro
mantenerse en la cúspide del poder en las naciones “más desarrolladas”, a
través de la sangre sostuvo su poder.
Estos conflictos,
ocurridos hace bastantes siglos, han arrastrado hasta los tiempos actuales,
muchas de los problemas diplomáticos entre las naciones. Y aunque a día de hoy
las disputas por parte de religiones occidentales de corte anglosajón, sí que
se dan en el mundo musulmán. En estas épocas en que la guerra fría árabe, que
se lleva a cabo entre sunitas y chiitas, encabezados por Arabia Saudí e Irán.
Este conflicto ya ha tenido muchos epicentros (Siria, Yemen, Líbano, etc.), todas
estas guerras, están encaminadas a conseguir un objetivo claro, el de retener
todo el territorio musulmán, bajo el control de una sola rama de la religión
islámica.
Esta última religión,
siempre ha destacado por ser extremadamente conservadora, en especial en
asuntos políticos. Su sistema de gobierno es teocrático, por lo que rechazan
cualquier influencia foránea que vaya en contra de estos principios. Tal fue el
caso de la guerra de Afganistán a finales de los 70s, librada entre grupos de
talibanes afganos (más tarde AL QAEDA), y la Unión Soviética, este último país,
había mejorado las relaciones con el país asiático, con la llegada al poder de Nur Muhammad Taraki, tras un golpe militar exitoso. Sin
embargo, la idea de un país con poco espacio de acción para la iglesia, y las
libertades del nuevo sistema de gobierno (socialista), amenazaba las costumbres
de los afganos, ellos aseguraban “Dios ya dijo que hay ricos y que hay pobres,
y nadie puede decir lo contrario”.
No podemos quejarnos como sociedad
occidental, al escuchar estas palabras, pues nosotros mismos, vivimos en una
sociedad que dice ser laica, pero su conformación es fundamentalmente católica
(en Colombia), y en estos lugares tan lejanos a aquellos radicales islámicos,
también se discriminan a seres humanos que tienen un modo distinto de ser o de
pensar, lo cual no afecta la vida de nadie, tales son los casos de las parejas
homosexuales, quienes se les tiene prohibido casarse o adoptar, esta gran
influencia también ha contribuido a menos preciar a la mujer. Y como no se nos
puede olvidar, este ente, compone un retazo considerable dentro del campo
político de nuestra sociedad, estos sectores religiosos, comúnmente de extrema
derecha, han sostenido el poder en nuestro país desde la época colonial, y nos
ha dejado este germen que parece no irse con el tiempo.
WEBGRAFÍA:
- https://laicismo.org/2013/04/algunos-datos-sobre-la-financiacion-de-la-iglesia-catolica-en-espana-abril-2013/40348/
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