Reseña: El Banco de la República. Antecedentes, evolución y estructura
Fredy Marín Mueses Rosales
Primera y segunda parte
El libro inicia hablando del desorden monetario y fiscal que generó el
movimiento independentista. Para la financiación necesaria se recurrió a la
acuñación de distintas monedas tanto por parte de realistas como de
independentistas, dando como resultado un exceso de moneda de baja ley
fácilmente falsificable. La falta de recursos fiscales impidió hacer efectivo
el proceso de unificación de la moneda hasta mucho después. Los pequeños
intentos de inyectar moneda de mayor valor no fueron suficientes, cumpliéndose
la Ley de Gresham: la moneda de valor superior fue desplazada por la de valor
inferior. Mosquera en su período presidencial iniciado en 1845 recoge
exitosamente la “macuquita” y evita el contrabando de oro en polvo y en barra
otorgando permiso para su exportación. El autor continúa mostrando el
paralelismo en los niveles de precios de distintos países que acogen el patrón
oro en el siglo XIX. En el caso colombiano, este paralelismo se rompe cuando se
empiezan a exportar bienes transables mientras en Europa la producción de
bienes no transables aumenta.
Se continua con la emisión de billetes surge de la necesidad por
aumentar las transacciones comerciales, influenciados por la necesidad de
proveer a la nación valores en circulación como moneda o bonos que la
representarán con fondos seguros para su cambio y amortización, de allí que a
partir de la emisión se establezca el primer paso para la fundación del Banco
Nacional. La resistencia por parte del pueblo a recibir los billetes emitidos
por la tesorería, obligó a emitir un decreto que hiciera forzoso la inclusión
del papel moneda; esto durante el gobierno del Presidente Mosquera en 1880.
Durante 1886 se adoptó el principio de libertad que regulaba que el Banco
Nacional fuera el único organismo capaz de emitir billetes admisibles como
dinero, durante este periodo el Congreso autorizó al Gobierno para que
ejerciera directamente la función de emisión de billetes y para que fomentará
el establecimiento de un Banco Nacional en la capital que fuera independiente
de la autoridad del gobierno y que se encargara de actividades de depósito y
descuento, y manejo de documentos de crédito, prestaría fondos sobre depósitos
de oro, plata y mercancías extranjeras.
En el tercer capítulo se ubican en el controvertido periodo de la
Regeneración para explicar
principalmente tres cosas el papel moneda, las tasas de interés y
la revaluación propias de esa época. En cuanto al papel moneda lo que se hace
es explicar el proceso de introducción del curso forzoso (dejar de hacer convertible
el valor de un billete en oro) en 1886. Para hablar sobre tasas de interés
construyeron y presentaron una serie de datos obtenidos en periódicos de la
época y con esto dan explicación de la evolución de la tasa de interés real. Y
para referirse a la revaluación exponen los hechos reales entre la supuesta
causalidad entre las exportaciones de café y la tasa de cambio.
En el capítulo siguiente, se muestran los efectos monetarios que tuvo
para el país la Guerra de los Mil Días y la Primera Guerra Mundial. En octubre
de 1899 se inicia la guerra civil que trajo consigo “la mayor devaluación e
inflación de la historia de Colombia” como un levantamiento en contra de lo
impuesto durante la Regeneración. Se dio una gran emisión de moneda que superó
en meses lo emitido en años y el déficit fiscal aumentó al no verse pagados los
intereses de deudas. La ley 33 de 1903 de Marroquín fue la respuesta a la
situación, que buscaba minimizar el poder de emisión del Estado, retornar al
patrón oro y permitir que la oferta monetaria dependiera del sector externo.
Durante la Primera Guerra Mundial el país no se vió seriamente afectado en
términos monetarios a pesar de una corta escasez de circulante.
El periodo de 1870-1923 es caracterizado por una alta inestabilidad en
el sistema bancario, y es conocido como el periodo de banca libre o ‘’Free
Banking’’ ya que no existía un banco central, este periodo es caracterizado por
la alta inestabilidad de la banca comercial, debido a las especulaciones y las
quiebras recurrentes. Los primeros bancos comerciales surgen en Colombia en la
década de 1870, antes de esa fecha el sistema de crédito estaba controlado por
la Iglesia Católica, fue entre 1871 y 1923 que se expandió la banca regional en
Colombia ya que se establecieron cerca de noventa bancos comerciales, sin
embargo, en las décadas de 1920 y 1930 se produjo una enorme concentración del
sistema bancario que llevó a la desaparición de la banca regional y al control
del sistema bancario por parte de tres instituciones: el Banco de Bogotá, el
Banco de Colombia y el Banco Comercial Antioqueño.
Entre 1821 y finalizando el siglo XIX, la emisión de dinero legal
en el país, se realizó con participación directa del estado, sin embargo en
1904 se dio un viraje absoluto con el proyecto de ley sobre los bancos de
emisión en el país: propuesto por el
Ministro del Tesoro en el congreso de la república, el proyecto fue puesto en
discusión y los debates culminaron en 1922 con la aprobación y sanción de ley
30 que autorizó la creación del Banco de la República, Ley que luego sería
modificada por la Ley 117 del mismo año. Posteriormente, ambas fueron recogidas
en un solo texto, la Ley 25 de 1923. De continuidad a lo anterior este
capítulo tiene por objeto presentar las principales tesis que se
expusieron en el país respecto al ejercicio de la emisión, entre 1904 Y 1922 ( libertad de ejercicio de
emisión, independencia o centralización del atributo de la emisión en un Banco
único, antecedentes sobre su creación y el banco de la república conforme a la
ley 25 de 1923) y la influencia ejercida por ellas directa o indirectamente en
las leyes que finalmente autorizaron la creación del Banco de la República y
que por lo tanto constituyen sus antecedentes.
El penúltimo Capítulo de la
segunda parte está dirigido a dar razón de la creación del Banco de la
república, para esto primero se explica el contexto colombiano de 1923,
haciendo énfasis en la expansión de infraestructura, y en segundo se señala
cómo se llevó a cabo la misión Kemmerer y la creación del Banco central.
La misión Kemmerer tenía como finalidad el estudio de nuestra realidad
económica bajo el mando de Pedro Nel Ospina, y se aprobaron 8 proyectos de ley
sobre los sistemas financieros y fiscales presentados por esta misión. Se afirma
que “la organización financiera existente hacia que la oferta monetaria fuera
extremadamente rígida”(pág. 232) y esta es la explicación más aceptada de por
qué la necesidad del banco central, pero se concluye que en realidad fue para
atraer capital extranjero.
Si bien el capítulo V de este libro expone que durante el periodo 1904 y
1922 se manifestó un profundo interés consensual por organizar el sistema
bancario del país, en este el capítulo VII, se abordan las discusiones no
unánimes respecto a quienes preferían un sistema de pluralidad, mientras que
otros abogaban por la existencia de un banco único. De este modo, se distinguen
3 partes en el desarrollo del tema: primera, las razones por las cuales se
contrataron consejeros americanos para asesorar al gobierno colombiano y se
indica el grado de independencia que tuvo kemmerer para escoger a los
integrantes de la misión, misión que tenía como objetivo concentrar un
fuerte poder político en el estado nacional. Segunda, analizar la agenda de
Kemmerer, donde se muestra la rutina de trabajo de la misión durante su paso
por el estado colombiano. En la tercera y última parte el capítulo se centra en
los aportes hechos por la Misión Kemmerer, en cómo sus recomendaciones no se
amoldaron al medio colombiano y su importancia en la aprobación de los
proyectos de ley, tuvo el hecho de que estos fueran presentados por expertos
extranjeros.
Más que una conclusión esta es una invitación a leer este libro que a consideración
mía es de total relevancia para
estudiosos, analíticos y amantes de la economía y la administración pues fue
escrito entre varios autores. Las dos partes que se reseñan son autoría de
Jorge Enrique Ibáñez, Alejandro López y Adolfo Meisel, abogado, ingeniero y
administrador, y economista respectivamente, haciendo que el libro tengo una
visión multidisciplinar, sea muy completo y haga una profunda descripción que
reúne los antecedentes y la evolución histórica de la creación del Banco de la
República; atravesando las diversas transformaciones que ha sufrido a lo largo
de la construcción de su estructura y el establecimiento de su funciones como
banco central, en los campos monetario, cambiario y de crédito; resaltando su
papel como institución reguladora de la política económica del país.
Bibliografía:
Meisel, A., Ibáñez, J. E., & López, A. (1990). El
Banco de la República. Antecedentes, evolución y estructura. Bogotá: Banco
de la república Departamento Editorial.
Comentarios