Los jóvenes, esperanza de una nueva Colombia
José Norbey Chilo
Pardo
Los jóvenes colombianos
son la esperanza de verdaderos cambios para nuestro país, es aquí donde la
elección de nuestro próximo presidente juega un papel importante, siendo este
el que tome las decisiones que conlleven a búsquedas de estrategias donde la
juventud tenga más oportunidades. En ellos, están los futuros líderes del
pueblo colombiano, por esta razon se debe prestar mucha más atención a estas
generaciones. Con una juventud bien
educada se puede esperar una sociedad que sepa convivir en armonía, utilizando
la reconciliación, perdón y la solidaridad; comprometidos en rescatar los
valores que se han perdido en la sociedad colombiana.
Dar mayor facilidad para
que los jóvenes puedan incorporarse a las instituciones educativas, es
fundamental en cualquier plan de gobierno. Teniendo en cuenta que como
ciudadanos con mayor esperanza de vida son la fuerza que seguirá moviendo el
país; claro siempre y cuando se guíen por el buen camino. Un adolecente con
educación de calidad y criado en una familia donde se le brinde afecto y buenas
bases de valores morales, no debe tener problemas al salir a enfrentar la
sociedad, al contrario va a salir a contribuir con el desarrollo social,
basados en solidaridad y liderazgo, generando ideas de cambio a las
comunidades, y seguir buscando soluciones a diversos problemas que afectan la sociedad.
Si hay lideres jóvenes
bien educados se puede esperar en el futuro verdaderas democracias, sin tanto
interés de poder político y económico, como se ve hoy en día; los líderes que
nos gobiernan parece importarles muy poco los problemas sociales y ambientales,
parece no tener voluntad, ni el más mínimo interés de hacer nuevos cambios, que
conlleven a tener una relación verdadera mente humana, solo se observa
inconformidad política de la población y con razón, vemos que se cobran
tributos, explotación de minerales, etc, pero no se ven cambios. El estado
tiene la capacidad, pero solo encontramos problemas en la salud, educación, en
las infraestructuras y muchos más. La corrupción entre políticos y las
burocracias son las causantes del mal desarrollo y de la mala distribución del
ingreso en el país. Es aquí donde se ve la falta de líderes comprometidos con
la sociedad sin tanto interés personal, líderes que entiendan que acumular
riqueza es cosa del pasado y que hoy en día vale más respetar la naturaleza que
el dinero, es difícil inculcar estos pensamientos a una sociedad tan
capitalista, pero con unos pocos que se comience, se contagiara poco a poco al
resto, debemos actuar ya, no esperar,
mañana puede ser tarde y los daños que se causan son irreparables, gracias a
una sociedad analfabeta, que parece estar ciega por el interés de acumular
dinero sin pensar en los daños que se causa a otros seres vivos y al planeta.
Un buen líder social, con
voluntad de buscar estrategias de ingresos sociales más justos equilibraría la
economía colombiana, también se debe reconstruir el campo colombiano teniendo
en cuenta que es el sector más importante en una economía y que hoy en día está
muy abandonado por el estado y como vemos los gobiernos de turno han centrado
la economía colombiana solo en el estractivismo sin pensar que estos recursos
no son infinitos y que son los causantes de las crisis ambientales más
destructivas del planeta. Por otro lado si se recupera el campo colombiano, se
debe trabajar en busca de estrategias que respete el medio ambiente y se
tendría una producción agrícola y pecuaria, que genere empleos y alimentos a más
bajo costo para la población.
Una sociedad en paz se
construye generando oportunidades a toda la población teniendo en cuenta la
educación de los jóvenes, niños y adultos, se debe tener en cuenta que la
población bien educada y conforme genera ideas de progreso y crecimiento en las
regiones. Mas ahora cuando en el país se necesita reconciliación con los
desmovilizados de las farc. Necesitamos líderes comprometidos con el cambio
social, que fomenten estrategias de desarrollo amigables con la sociedad y el
medio ambiente. Como también se necesitan educadores comprometidos con la
calidad de la educación, una educación más humana, que brinde formas de sacar
esa cultura de violencia que traen los jóvenes por culpa del conflicto y
cambiarlas por modelos de desarrollo sociales.
Es necesario que el
estado invierta en la educación de jóvenes, niños y adultos, la historia nos ha demostrado que
la ignorancia con lleva a ser violentos y usar la fuerza para solucionar los
problemas, pero una persona educada los soluciona con el dialogo, contribuyendo
así a formar sociedades que convivan en
armonía.
Referencia bibliográfica:
William Ospina. (2017),
El verdadero nombre de la paz. El espectador.
Comentarios
pues bien cada época requiere unos requisitos para mantener ese orden y cada vez son diferentes, pero que debemos hacer es crear u n lugar en donde los requisitos necesarios para el momento sean fáciles de cumplir y no dejar los problemas del presente a las generaciones futuras.