PITAGORAS Y EL PARADIGMA EMERGENTE
Hace ya, hacia el 569 a.c,
según cuenta la leyenda, en una pequeña isla griega, Samos, habría nacido el
hombre del número áureo y la música de las esferas, Pitágoras, según nos dicen,
era su nombre. El filósofo, el geómetra, el naturalista, el moralista, el
astrónomo, el músico; todo eso y mucho más, era el sabio de Samos, como se le
conocía a Pitágoras, poco sabemos sobre él, pero esplendido es lo que nos dicen
de él. Su figura dio origen a una de las escuelas más misteriosas y
extraordinarias que la historia haya conocido, los pitagóricos.
Pitágoras, en la historia
de las matemáticas es famoso por un teorema que nunca propuso, nociones de los
números inconmensurables y principios de la geometría. Por su parte además es
el padre de la música, en cuanto descubrió el intervalo de cuarta, y clasificó
las escalas y notas musicales. Sin embargo, más allá de esos importantes logros
técnicos y de todos los demás a los que la historia no logro darnos acceso,
ante todo, la figura de Pitágoras, es la de un filósofo, quien, junto con la
escuela en su honor, es el precursor de la noción de unidad. Los pitagóricos
creían que el numero era la expresión primigenia de la partícula, es decir de
aquello que no es unidad, por tanto, en cuanto todos somos parte de la unidad,
de la cual nos separamos, todo está interconectado, y en consecuencia, la
manera de retornar a la unidad es a través del entendimiento profundo de los
números, en cuanto que ellos, son quienes describen los patrones presentes, que
demuestran el origen análogo a lo cual todo pertenece.
En la actualidad según la
bibliografía nos cita, ha vuelto a ser relevante la unidad, tan perdida durante
siglos en la ciencia, al menos hoy ha vuelto a ser relevante, paradójicamente
en el escenario social de mayor individualismo y descomunión.
Ello ha sido posible, en
cuanto la ciencia es un organismo, mayoritariamente con fin en sí mismo,
empero, desde la perspectiva de la mayoría de científicos, y a diferencia de la
fantasía colectivamente compartida en el escenario social, ha hecho posible
salir al encuentro de los patrones análogos, que constituyen la realidad,
rompiendo con la incorporación de categorías académico – administrativas,
creadas por la ciencia del sigo XIX y XX, separatista y disciplinar.
Figuras clave en el
método científico, como Edgar Morín, han abierto el camino de la ciencia de
nuevo, hacia una más parecida a hacer filosofía, que ingeniería.
Sin embargo,
irónicamente, como todo lo que constituye nuestro tiempo e historia, esto
sucede en el momento, en el cual, él sistema demanda más técnicos –
especializados y/o tecnólogos, y en tanto el papel de la ciencia de elite está
limitada a cierto número de individuos.
El número de Fibonacci, y
la teoría de los fractales, son muestras de lo que ya hace antiquísimos tiempos
los pitagóricos nos habían dicho, en cuanto que no son solo tesis filosóficas,
sino hechos empíricamente justificados, mayoritariamente desde las matemáticas
y la física, en donde la teoría unificada, ya está cerca de ser lograda,
asimismo, el camino que siguen las demás ramas del conocimiento, es hacia la
inevitable caminata a la unidad.
La economía, cenicienta
entre las ciencias, es tal vez de las disciplinas más quedadas en cuanto a la
incorporacion de la teoría sistémica y holística. Dice emplear el método
científico, sin embargo, es contraria al sentimiento de la ciencia, que es revolucionaria
y precede con sus investigaciones una tras otra a las supuestas verdades, que
ya gracias al descubrimiento se han negado.
En consecuencia, ciencia
y mundo social se contraponen, en cuanto a que el uno busca el camino hacia la
verdad, y la otra hacia la complejización cada vez mayor de la fantasía.
La economía, “estudio de la humanidad en sus quehaceres
cotidianos” Alfred Marshall es una fantasía fundamentada en el beneficio
del egoísmo y la individualidad, por tanto, se contrapone a la realidad
biológica del ADN, sin embargo, es precisamente tal contraposición lo que ha
permitido cooperar, bajo la confianza en un mito extendido a escala de
millones.
La pregunta, pues sería:
¿es viable, con la humanidad creciente, coexistir en un esquema de vida
fundamentado en conceptos de realidad que tracen su marca en la economía, a
través del nutrimiento de las demás ciencias y de los patrones generales, que
indicativos de la unidad, aun sabiendo que el mito económico, fundamentado en
la confianza por un rendimiento, mas allá de en una relación social verídica, y
lograr, aun así, cooperar a la misma escala de millones?
FUENTES
BUHIGAS JAIME - la divina geometría
HARARI YUVAL NOAH – de animales a dioses
ISAAC NEWTON – el sistema del mundo
JOAN MARTINEZ ALIER – economía ecológica
KEN WILBER – el paradigma holográfico
MORIN EDGAR – complejidad restringida
PERROTIN HERNANDEZ IGNACIO – Pitágoras
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