Dinero electrónico, la modificación de la forma en la que se conciben las transacciones económicas en nuestra vida cotidiana
Laura Sofía Daza Ordóñez
La utilización del dinero electrónico en actividades cotidianas de nuestra vida se hace cada vez más frecuente, cada vez más nos sumergimos ante un mundo en el cual la utilización del dinero en efectivo será escaso, es por ello, que este texto reflexiona a cerca de algunos puntos sobre cómo este cambio en el uso masivo del dinero electrónico configura la percepción que se tiene sobre cuáles son las implicaciones (gasto o ganancia) que estan presentes dentro de cualquier transacción económica.
En los últimos años, en Colombia se ha experimentado una fuerte campaña que incentiva el uso de dinero electrónico como medio de pago común, es tanto así, que desde el gobierno se promueve la bancarización de los ciudadanos en plataformas de bancos que manejan cuentas electrónicas como lo es Nequi o Daviplata, ya que es através de estas aplicaciones donde se reciben subsidios económica como jóvenes en acción. En ese sentido, está claro que el uso de dinero electrónico como un elemento cotidiano en las transacciones que realizamos es un proceso que ya está presente en nuestras vidas.
Así pues, una transacción económica implica el intercambio de bienes y servicios a cambio del pago de una cantidad monetaria, denominada precio. Este pago, desde hace bastantes años se ha hecho visible físicamente a través del papel moneda es decir del dinero en físico y en ese sentido, nuestra concepción de una compra o venta consiste en el recibir y dar este papel como un símbolo de que realizando la transacción como tal. Por esto, considero que como sociedad tenemos un fuerte vínculo con el papel moneda, que simbóliza además el estatus de poseer o no los recuersos económicos para consumir bienes y servicios.
En ese sentido, es importante cuestionarse sobre que implicaciones tiene dejar de utilizar el dinero en físico para utilizar solo dinero electrónico. ¿Será que el dinero electrónico nos hará perder la noción certera de consumo y gasto que sí es posible experimentar con el dinero físico?
Por ejemplo, con la inmersión en el dinero electrónico que se intensificó con la pandemia de Covid, en la que se le da un valor privilegiado al uso electrónico puesto que este implica el “no contacto”, muchos de nosotros como ciudadanos expuestos a estos caminos, hemos empezado la utilización del dinero electrónico en nuestra cotidianidad que va desde pagar transportes en plataformas como InDriver y Uber, hasta las compras en restaurantes y supermercados a través de las aplicaciones de almacenes o el uso de plataformas de entregas como lo es la famosa aplicación Rappi. Pero cuentas de esas veces hacemos estás transacciones electrónicas casi por automatización sin sentir realmente que hemos hecho un gasto de nuestros recursos económicos, gasto que evidenciamos es cuando una transacción no es posible realizarla por fondos insuficientes.
En conclusión, como menciona Toffler con estas transformaciones de las formas en la que realizamos actividades comunes para nosotros como las transacciones económicas cotidianas por otras en las que la tecnología, la virtualidad y lo electrónico es la preferencia, estamos transformando nuestra propia psiquis, nuetrs propia forma de interactuar y de relacionarnos con recursos que poseemos para adquirir bienes y servicios. Aún así, también es importante resaltar que el dinero electrónico tiene efectos positivos, Valencia (2015), enfatiza en que através de este es posible reducir los costos de ins transacción en tiempo, dinero y seguridad.
Referencias bibliográficas
DW Documental. (2018). Un mundo sin billetes ni monedas [Video]. Obtenido de https://youtu.be/OwIy20e7VlM
Toffler, Alvin. (1993). La tercera ola. Plaza & Janes. S.A. Editores, pp. 17-83
Valencia, Fausto. (2015). Sistema de dinero electrónico, un medio de pago al alcance de todos. Boletín, Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, CEMLA, pp. 255-269.
Comentarios