¿Por qué se dio el declive del agro colombiano?
Por: Briyid Lucero Hoyos Navia
Bien
sabemos todos, que nuestro querido y amado país Colombia, tiene a lo largo y
ancho de su territorio, gran variedad de suelos y climas; ideales para el
cultivo de distintos productos, que perfectamente solventarían muchas de las
necesidades, específicamente las de los campesinos. Entonces, ¿Por qué sucede
todo lo contrario?
Pues bien,
la agricultura desde hace años se ha visto afectado por la violencia, la
corrupción, y los cambios climáticos, y quizá no nos hemos preparado lo
suficiente para afrontar tal situación; en el primer caso, aun firmando los
acuerdos de paz muchos de los campesinos que se vieron obligados a abandonar
sus tierras por la guerra vivida, temen volver o el gobierno no les ha brindado
las garantías necesarias para hacerlo. En el segundo caso el tema es el común
denominador en todos los noticieros nacionales, y desde la experiencia de
muchos de nosotros que provenimos del campo, sabemos que los recursos
destinados para proyectos agrícolas, se despilfarran en desfalcos y
“mermelada”, causando así el fracaso de estos. En el tercer caso, “el agro, por
ser el sector más barato de la economía, tiene ciclos de producción mucho más
lentos, con una utilidad más baja y un incentivo en la oferta sin promover la
demanda. Esto, sumado a factores de riesgo externos como consecuencia propia
del calentamiento global (gases de efecto invernadero y deforestación), hacen
que el campo esté mucho más desprotegido que la industria, la cual así caiga en
puntos PIB, en rentabilidad siempre será mejor” (Iregui, 2018) asegura.
Partiendo desde la última idea
sustentada por el Economista Iregui, puedo decir que el agro y la industria más
que ser dos sectores contrarios deberían ir ligados el uno al otro, ya que como
lo argumenta el líder y director ejecutivo de Dignidad Cafetera, “No se
puede tener confección, textiles, zapatos si no se tiene
agro. Este sector, junto con la industria, es lo único que crea riqueza en el
país. Sin embargo, la realidad es que tenemos una política económica contraria
el desarrollo agrícola e industrial, ya que su esencia actual se basa en el
extractivismo. Y aunque al agro lo incluyen ahí, no hay respaldo suficiente.
Nada más basta mirar la cifra del presupuesto nacional para el desarrollo
agrícola. Es un chiste” (Gutiérrez, 2018). Quizá existan intereses económicos
de cierta población que quieran acabar con la agricultura, ¿y cómo lo hacen?,
una opción puede ser disminuir la inversión del Estado en el sector, talvez no
brinden garantías de mercado, especialmente a los pequeños productores
agrícolas, pero esto lo veremos más adelante en el segundo texto.
Para finalizar debo decir que el
oficio del agricultor, es uno de los menos remunerados en consideración con la
labor que realizan día a día y no es justo que estén pasando por esta crisis, a
ellos debemos el alimento diario en nuestra mesa, sin importar el estrato
social; es por esto que nosotros como individuos pertenecientes a la sociedad y
como economistas en formación, desde ya podemos ir ideando estrategias de como
contribuir al crecimiento del sector agrario y dar soluciones a las situaciones
planteadas en el inicio de este escrito.
Lista de referencias
Gutiérrez, O. Colombia (2018). Colombia: país agrícola vs. país industrial
¿Qué es mejor?
Iregui, S. Colombia
(2018). Colombia: país agrícola vs. país
industrial ¿Qué es mejor?
Mondragón, H. Colombia (2012). La triste historia de la agricultura colombiana.
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