El olvido que seremos
Aunque parezca extraño
y poco convincente encontramos que la economía y la literatura están
estrechamente unidas, es por eso que en este texto quiero mencionar y tratar de
mostrar una obra literaria biográfica, donde el autor atreves de su historia
muestra las problemáticas vividas en las décadas de los 70’s y 80’s entre
conservadores y liberales en Colombia, este libro es el olvido que seremos de
Héctor Abad Faciolince.
En esta obra
encontramos el gran marco de violencia que ha atravesado nuestro país a lo
largo de la historia, en donde por no ser de cierto partido político o no
compartir nombradas creencias y/o ideales se era señalado de guerrillero, una
amenaza para la seguridad pública y en la mayoría de los casos por no decir que
en todos, se era asesinado.
Para contextualizarnos
un poco más, es de resaltar que esta historia es narrada por un antioqueño al
cual la violencia de la mano de la política le arrebataron su padre de la
manera más cruel, despiadada e inhumana que puede haber, siendo callado por
velar por los derechos humanos de una población, este fue Héctor Abad Gómez
padre de Héctor Abad Faciolince, quien fue asesinado en 1987 a manos del
paramilitarismo por denunciar los atropellos que sufría la población y no callar
sus ideales, fue un profesor de la universidad de Antioquia, de corriente política
liberal izquierdista y de corriente económica marxista, preocupado por la
situación del país en la década de los 70’s y 80’s quien trabajo hasta su
último suspiro por eliminar la pobreza y la miseria de una población, tratando
de que hubiera igualdad, a pesar de toda la persecución política que tuvo.
Encontramos como a lo
largo de la vida política de nuestro país el temor ha sido quien ha obligado a
una población a someterse, escondiendo sus ideales, limitándose a decir y hacer
lo que a los gobernantes les parezca, y sumiéndose cada vez más en la pobreza,
encontramos como después de tantas décadas el país sigue no diría que estancado
sino en un retroceso, en donde la violencia sigue siendo el pan de cada día, la
vil manera de mantener una población en formas de vida precarias, en donde por
temor a ser asesinado nos quemas callados a pesar de los atropellos que vivimos
diariamente, en donde es más importante una corriente política que unos ideales
que puedan sacar poco a poco a una población de la miseria y la pobreza tanto
racional como material
Estamos en un país en
donde la educación de sus jóvenes es diseñada según la comodidad de los
dirigentes, en donde los programas que se dan, a los pocos que pueden acceder a
una educación, son diseñados mediocremente, en donde se evidencia notablemente
el desinterés de que la población salga de su ignorancia, en donde por un
docente tratar de ayudar a sus estudiantes a razonar por si solos y pensar que
es lo más conveniente para su país, es señalado de que va en contra de las
políticas y por consiguiente de guerrillero, es triste saber que por el hecho
de querer un país mejor nos estemos atando la soga al cuello nosotros mismos.
Héctor abad Gómez “La educación puede ser
la gran fecundadora o la gran esterilizante de los hombres, y los hombres
pueden ser los grandes transformadores de los pueblos o los más formidables
obstáculos para su progreso”
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