ECONOMÍA CAMPESINA EN RESISTENCIA



                                        “Falsa revolución es la que reparte la rapiña del poder                                como un botín; da pan pero deja morir de amor la raíz, hasta que el árbol sin raíz y sin frutos empieza a nutrirse de su propia muerte”
                                                                                                  Gonzalo Arango
¿Cuál es la situación de la economía campesina frente a la apertura económica en Colombia?
En primera instancia, para responder a esta pregunta se debe aclarar los conceptos de: Economía Campesina y Apertura Económica.
La Economía campesina se concibe “como una unidad de producción-consumo, o como un sistema de autoexplotación del trabajo” (Santacoloma, 2015) es decir, la economía campesina constituye un sistema de producción propio de campesinos organizados de forma familiar que opera con una lógica diferente basada en la subsistencia con un bajo interés de acumulación, de ahí que la economía campesina se oriente hacia la soberanía alimentaria con ciclos locales de producción-consumo autónomos que componen el mercado local.
El concepto de Apertura Económica, es una idea propia del neoliberalismo que plantea la liberación de los mercados nacionales como una respuesta al subdesarrollo “es y/o implica una altísima capacidad competitiva a partir de procesos de amplia modernización. Para lo cual es necesario la eliminación del proteccionismo del Estado para el desarrollo productivo industrial, dejando la responsabilidad fundamental del proceso productivo y comercial en manos del sector privado en competencia con la industria extranjera” (Londoño, 1998).
Teniendo en cuenta ambos conceptos, pareciera que el llevar a cabo el proceso de apertura económica vaya en contravía del concepto de economía campesina; para resolver este postulado es necesario desglosar el significado de apertura económica expuesta por Londoño en relación con el fundamento de la economía campesina y la realidad rural de Colombia, entonces resulta que en nuestro país el sector campesino está sometido adquirir los niveles competitivos extranjeros sin los recursos básicos de modernización que se necesita, el uso de tecnologías para el sector agrario no está al alcance de las pequeñas unidades familiares de producción que suministran el “65% de los alimentos de consumo directo” (Corrales, 1992) en el país, como consecuencia estas condiciones ponen en desventaja los productos nacionales frente al producto extranjero.
Otra característica del modelo de apertura económica, es el abandono por parte del Estado a estas pequeñas unidades de producción; el modelo neoliberal de apertura plantea la necesidad de la eliminación del proteccionismo del Estado, pero en un país como Colombia, entre otros países latinoamericanos es necesario el apoyo estatal para lograr desarrollo rural en términos de generación tecnológica como ya se expuso anteriormente, cualificación de productores, esto es ofrecer a la población campesina oportunidades de aprendizaje actualizado sobre la producción agraria y suplir la insuficiencia de la tierra ya que en nuestro país existen fenómenos como el desplazamiento forzado que a consecuencia de la violencia obligan a los y las campesinas a desalojar su territorio, abandonar sus cultivos y dejar atrás su estilo de vida para conservar su integridad y la de su familia.
Existen graves consecuencias de la implementación de este modelo de apertura en la economía campesina; una de las múltiples consecuencias en cadena es el daño al medio ambiente, Colombia es un país con gran extensión de diversidad natural y el uso intensivo de la tierra más la cantidad de fertilizantes químicos y agro tóxicos que se necesitan para alcanzar los niveles de competitividad afectan a la conservación de los recursos naturales del campo, al mismo tiempo que implica un cambio cultural en los hábitos de producción y consumo dejando de lado saberes ancestrales que optaban por el cuidado de los ecosistemas y la producción para la sostenimiento familiar.
La seguridad y soberanía alimentaria también son perjudicadas por la apertura económica sin condiciones de implementación, ya que con la opción del mercado mundial los pequeños productores campesinos estarían en desventajas de acuerdo a oferta y precios en el mercado, por añadidura se reemplazan los mercados locales por los grandes supermercados que ofrecen productos importados y esto a su vez llevaría al empobrecimiento de las comunidades campesinas ya que no tendrían las condiciones mínimas de subsistencia.
A modo de conclusión, La aplicación del modelo de apertura económica en el país no mejora las condiciones de la economía campesina ni fomenta su posibilidad de crecimiento, más bien obstaculiza su desarrollo al tiempo que desaparece la soberanía alimentaria, esto sería diferente si no se intentara copiar un modelo de apertura propio de países neoliberales y se trataran de implementar las condiciones necesarias con estudios preliminares del contexto para articular la economía campesina colombiana al mercado internacional no antes de fortalecer los mercados locales, dando alternativas al productor campesino teniendo en cuenta su heterogeneidad.

Referencias

Corrales, E. y. (1992). La Economia Campesina y la Sociedad Rural en el Modelo Neoliberal de Desarrollo. Segundo Congreso de Investigacion de la Universidad Javeriana, 55-72.
Londoño, R. C. (1998). La Apertura Económica en Colombia. Pensamiento Humanista, 41-54.
Santacoloma, L. E. (2015). Importancia de la economía campesina en los contextos contemporaneos: una mirada al caso colombiano. Entramada, 38-50.



Comentarios

Yina Gahona dijo…
Las economías campesinas tienen limitantes estructurales que no las va a resolver el mercado, y los recursos privados de inversión se dirigirán a sectores con alto potencial de acumulación y no a los de pequeña producción, concentrando mas los ingresos y los privilegios económicos. Frente a estas circunstancias se necesita buscar elementos que permitan crear políticas de desarrollo rural en beneficio de los sectores campesinos para que pueda haber una integración o desarrollo en este modelo de apertura económica. Se necesita reconocer que la economía campesina es un sector potencial de crecimiento y desarrollo, y se debe entender como un sistema articulado a los mercados, no como sistema simple de subsistencia como se reconocía en el pasado, pues hoy es una economía que genera excedentes y cuenta con diversidad de actividades. Hay que darle un gran valor a la economía campesina ya que es básica en la construcción de la democracia y en generar estabilidad social y política al modelo de desarrollo. La economía campesina es uno de los principales factores de equilibrio social en la mayoría de sociedades de Latinoamerica.

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