CIENTIFICIDAD DE LA ECONOMIA

MICHELLE LISSETH ESPINOSA MARTINEZ

A través del tiempo, el ser humano como un ser racional por naturaleza ha venido generando diversas cuestiones acerca del mundo que lo rodea, por lo que ha intentado buscar respuestas veraces a dichos interrogantes. En esa búsqueda de la verdad y sobre todo de conocimiento se han adoptado diferentes métodos para explicar los diferentes aspectos de la realidad. Uno de ellos es el denominado “método científico”, propio de las ciencias naturales, el cual consiste en la realización de una serie de etapas con el fin de obtener un conocimiento valido desde el punto de vista científico, en consecuencia todo aquello que no se podría comprobar por medio de este método no era considerado valido. Desde entonces, gran parte de las áreas del conocimiento han intentado aplicar este tipo de método en sus investigaciones, una de estas áreas ha sido la Economía, la cual se ha caracterizado por ser una ciencia social. Sin embargo a través del tiempo se han presentado múltiples cuestiones acerca de esta disciplina, entre ellas se encuentra la cuestión acerca de la cientificidad de la economía, donde vale la pena preguntarse: ¿Es la economía una ciencia o no?, este es uno de los más grandes interrogantes que se ha presentado a lo largo del tiempo. El presente ensayo pretende analizar este tema de la “cientificidad de la economía. Vale la pena aclarar que el objetivo de este trabajo no es decir estrictamente si la economía es o no una ciencia, lo que se pretende es analizar la economía desde distintos puntos de vista, analizar aquellos elementos que la hacen asemejarse a ciencia y aquellos que no.

Primero que todo, para entrar en el análisis acerca de la cientificidad de la economía, es necesario tener un concepto de lo que se entiende por ciencia[1]. El concepto de Ciencia tiene una multiplicidad de significados, en este caso se hará referencia a la definición de Mario Bunge (1982), el cual nos plantea que la Ciencia “Es una disciplina que utiliza el método científico con la finalidad de hallar estructuras generales (leyes)”.

Continuando con la controversia de que si la Economía es una ciencia o no,  se analizara su objeto de estudio. La Economía tiene como objeto de estudio los seres humanos, por lo que se ha considerado  como una “ciencia social”, no obstante al incluirla en esa clasificación no se debe dar por cierto que esta sea una ciencia en sí, pues la economía es una disciplina incierta, en el sentido de que su objeto de estudio no es constante, se encuentra en continuo movimiento, por lo que no se puede formular leyes generales.  Desde esta perspectiva la economía no cumple con la definición planteada de Ciencia  de Mario Bunge, lo que la hace débil frente a otras ciencias que si tienen un conocimiento preciso de lo que se va  a estudiar sin tantas faltas, ya que  la economía sufre transformaciones para enfocarse aún más en un mundo como en el que hoy vivimos.

 Además, el hecho de que el objeto de estudio de la economía sea dinámico, limita la capacidad de predecir fenómenos económicos, perdiendo aún más valides.

Por consiguiente, debido al carácter impreciso de la economía[2] , a la carencia de leyes universales estrictas dentro de la misma  y en la búsqueda de dar a la disciplina económica un carácter científico o un grado más alto de validez además de lograr dar explicaciones o aproximaciones más  certeras  se ha llevado a considerar como herramientas de análisis diversas técnicas cuantitativas, las cuales tienen como finalidad dar a la Economía un carácter más científico, ya que permiten cuantificar algunos fenómenos sociales que anteriormente no se podían cuantificar y por tanto pueden ser sometidos a diferentes tipos de evaluación. Este método cuantitativo al permitir explicar cuantitativamente fenómenos sociales da la posibilidad de predecir con mayor certeza posibles escenarios futuros.

Sin embargo desde que empieza a ser utilizado para la explicación de fenómenos sociales, el método cuantitativo se ve expuesto a distintas críticas como: ser incomprensible debido al uso de estadísticas y probabilidades matemáticas o programas computacionales complejos; entregar resultados tergiversados o, erróneos, donde el uso de datos débiles o falsos condena los resultados de la investigación.  Esto debido a que los fenómenos sociales al estar en continuo movimiento son muy difíciles de capturar cuantitativamente, y por tanto existe un margen de error, lo que lleva a que los resultados obtenidos de esos estudios no sean del todo veraces.

Hay que tener en cuenta que la medición es importante, pero no es la esencia de la economía, pues al tomar solamente variables cuantificables se deja a un lado variables que no son cuantificables que también hacer parte de la sociedad, lo que hace que dichas mediciones no sean exactas.

Sin embargo, la cuantificación en la economía no la ha hecho más exacta, pues las cifras exactas no existen en ningún campo del conocimiento, lo que se tienen son aproximaciones de la realidad, pero el hecho de que las cifras no sean exactas no quiere decir que no sirvan, las técnicas cuantitativas ayudan a presentar de una manera sintética procesos y fenómenos que puedes ser muy complejos, en estos términos puede ser  muy útil.

En conclusión, desde mi perspectiva, se podría plantear que  en tanto práctica social, la economía es una ciencia, pero en cuanto a su real  capacidad de aportar soluciones eficaces y bien fundamentadas teóricamente a los principales problemas económicos, debe considerarse más como una ciencia inmadura que como una ciencia a carta cabal. Pero cabe resaltar que hay distintos punto de vista acerca de la cientificidad de la economía, y se pueden dar distintas respuestas frente a esta. En fin el considerar si la economía es una ciencia o no, depende de la persona y de los criterios que se tomen.

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[1] El termino ciencia encuentra su origen en el término griego “episteme” que significa conocimiento en tanto “creencia justificada  como verdad” a diferencia del término “doxa” que se refiere a la creencia común o mera opinión (Terminología de Platón). 

[2] Las características específicas de la Ciencia Económica: la imposibilidad de experimentación en  laboratorio, la necesidad de considerar los fenómenos económicos en general, sin que sea posible el aislamiento de alguno de sus elementos, la magnitud de los datos que se manejan, hacen imprescindible la utilización de las Técnicas Cuantitativas en sus investigaciones.